No sé si cuenta como plagio, pero nuestra editora había empezado haciendo memes de como Quico podía destruir el Universo entero con tal solo el 1% de su poder. Hasta donde sé, los originales son memes de Shaggy. Difieren de los de Chuck Norris y Vin Diesel y demás no solo por la vastedad cósmica de los poderes sino también por contraponer la insignificancia de la existencia de Lovecraft con respecto a esos poderes. En literatura se dice que solo hay historias de viajes y de asedios (la ilíada y la odisea), en ajedrez que todas las aperturas son secretamente la defensa francesa y en Magic que todas las mecánicas son kicker. En el mundo de los memes, hay también dos o tres templates que se repiten con algunas variantes: “este si, este no (o este no y este sí)”, “el personaje absurdo que es re OP (o el caverna que es letrado)” y “eterna agonía (tristeza nao tem fim)”. El primer poeta que editó Paula trabajaba con los tres conceptos, y lo fichó cuando se dio cuenta que en la era de los creadores convenía ser productora.
Un tema recurrente en el estudio de la producción como arte es que si tenés el poder de subir el valor de un artista tenés que hacerlo; pero no antes de asegurarte de tener sus derechos comprados. Por ejemplo, Quijana es una editorial grande y su CEO, Gustavo Chi-Ann, un drogadicto famoso al que sigue mucha gente por los memes. Entonces cuando Quijana anuncia que va a empezar a aceptar pesos argentinos como pago por sus libros, el precio del peso argentino sube. Esto era muy muy predecible. ¿Pero qué hizo Quijana? Compró mil quinientos millones de dólares en pesos argentinos antes de anunciar esas noticias, entonces cuando el peso argentino subió eso fue una ganancia inmediata, que lo ayuda a llegar al 15% de rentabilidad que piden sus inversores o se llevan la plata a cualquier otro llado que pueda darles un 15% de rentabilidad. Mientras hablamos hay gente que no se le ocurre como hacer para subir el valor del peso argentino y ahí tiene una. No alcanza con ser un drogadicto famoso al que sigue mucha gente, también hay que saber operar con lo que decía Walter Benjamin de que cada librito de poesía adolescente lleno de memes contiene el Universo.
Paula era una chica sencilla y esto le parecía moralmente aceptable. Comprá una cosa, crea buenas noticias para con la cosa, anunciá las noticias y mirá como sube el precio de la cosa. En general, pensaba que esto estaba subestimado como estrategia. No hay muchas historias de Borges haciendo pruebas exitosas de su aleph y shorteando un montón de opciones de cruceros y aerolíneas antes de anunciar las noticias. Ese es un negocio.
Claro que las leyes de abuso de información privilegiada son complicadas y uno se puede preocupar de que este negocio, comprar el activo cuando vos conoces tus planes y el mercado no, eleve los riesgos legales. Te podría preocupar ser acusada de manipulación del mercado. Si haces este negocito editorial, te tenés que asegurar que estás produciendo algo mensurable. Es decir, creando valor económico y estético para el artista que estás auspiciando y no solamente diciendo “este poeta me gusta mucho” para tener el alza a corto plazo. Pueden llegar a haber problemas de monopolio, donde Quijana compra acciones de Paula Ediciones para apostar a los efectos de las acciones de Quijana. E incluso cuando todo esto es legal, es potencialmente malo para las relaciones públicas, por motivos que nunca fueron completamente intuitivos ni para Paula ni para Gustavo Chi-Ann pero sí para su poeta estrella. Los lectores suelen pensar que este tipo de negocios son malos, porque Paula estaría sabiendo algo que el mercado (los lectores) no sabía y lo usaba para obtener una ganancia. Mientras que Paula pensaba que ese negocio era bueno, porque ella sabía algo que el mercado (los lectores) no sabía y lo usaba para obtener una ganancia.
Quijana es una editorial grande, mucho más grande que las publicaciones escolares de Paula, y si decide asociarse con un autor chico, puede desviar un montón de dinero y atención hacia ese autor. Quijana podría razonablemente pensar “le estamos mandando mucha atención y dinero a este pibe, y él va a salir ganando con eso, y queremos extraer la mayor cantidad de ganancia posible para nosotros mismos en el proceso”. Una forma de lograr esto es poner los términos comerciales lo más favorablemente posible para Quijana. Esto es, pagarle a Paula, al autor, a las imprentas, librerías y demás lo menos posible a cada paso. Pero una mejor manera de hacer esto es primero crear alegremente valor para el autor inmediatamente después de comprar todos los derechos de su obra. Le pones la bendición de Quijana a este pibe, la bendición vuelve al autor más valioso y la participación de Quijana en sus derechos se beneficia por sus acciones.
Paula empezó editando en su habitación, cuando todavía no había empezado la carrera de letras y ni siquiera había terminado el secundario. Había una chica en su curso que era una poetisa extraordinaria. Normalmente se dice que no hay plata en la poesía, pero un mes antes y muchos años después, Paula diría más bien que no hay plata en ninguna otra cosa. La piba no le dio bola, ocupada como estaba en cortarse las muñecas con versos de Neruda impresos en papel con borde de oro, y se tuvo que conformar con el segundo poeta extraordinario de su curso, Martín. Veinte años después Paula y Martín se divorciarían con todo el odio que pueden tenerse dos personas, pero no por motivos editoriales. Ediciones Paula siguió editando a Martín y Martín compró una husky siberiana (inteligente, amigable, extrovertida, alerta, gentil) en el mejor criadero suizo (también propiedad del grupo dueño de Quijana) y le puso Paula.
El significado primario griego de poesía significa simplemente “cosa creada”. Poeisis es la actividad de crear o darle forma a algo. En hebreo hay dos palabras para Creación: briah y yetzirah, siendo la primera creación a partir de la jodida nada (ex nihilo) y la segunda la creación de algo a partir de otra cosa. La poesía para Paula correspondería a esta segunda clase; es el arte de la revisión, el encuentro, la separación. Primero, el CEO de Quijana dice “Se aceptan pesos argentinos”. Luego, Gustavo Chi-Ann separa los pesos de los dólares y postea un meme. Un poema se separa a sí mismo del mundo en el que vive, trazando una línea demarcatoria en la página. Una inversión atrae atención a los márgenes donde concluye.
Para Martín, poeta estrella de Paula, la poesía no es el hacer sino la revelación. Hacer es derivativo de la revelación. Identificar un poema con el hacer ya es pensar en el poema en términos tecnológicos, y un poema es aquello que deja a las cosas ser. No ser usadas, explotadas, aprovechadas, economizadas. Ser. Poesía y tecnología son dos viñetas del mismo meme, el de Drake o del perrito poderoso (este no, este sí), pero solo la poesía nos deja darnos cuenta de esto. Ver lo poético en la tecnología. Mientras que su contraparte dialéctica pregunta como concepto abstracto de la poesía, “¿Qué es esta gilada?” hasta que empieza a llegar el dinero. ¿Es invertir en el valor de un instrumento de intercambio y transformarlo en reserva de valor poesía? ¿Es comprar un perro y ponerle el nombre de tu ex-esposa o su editorial poesía? ¿Es editar poesía un acto poético? ¿Determinar que es sacro y que es profano? ¿Traducir animés al cordobés para un meme? La oficina central de Paula Ediciones empezó siendo una habitación (heredera del garage en el imaginario empresarial) donde Martín escribía en calzoncillos y terminó siendo una catedral modernista, como un Apple Store gigante, donde Martín seguía buscando un buen lugar para escribir en calzoncillos sin recibir demandas por acoso sexual de otros poetas (lo consiguió).
Otros poetas que editó Paula revelaban y escondían. Trataban de hacer al lector (los mercados) profundamente conscientes de aquello que no puede saberse. Un lector íntimo como indecible. Paula no podía darles semejante intimidad. Tenía que convencer al mercado (a vos) que el misterio no existe o que ha sido explicado. No había nada que entender y simultáneamente Paula lo había entendido para presentarlo a tu gracia y apreciación.
Martín una vez escribió:
Donde te encuentro Paula
tu cuarto en las alturas y oscuro
y dónde
no te encontraría
si tu mercado abarca el mundo
Sustituí la palabra Paula por cualquier cosa y el poema funciona. El mercado está a la vez más allá de nosotros y en todas partes. Ese es el tema de cualquier libro de economía. Un economista ama el mercado como idea aun cuando ninguna transacción esté a su altura. Si todo es mercancía, producto (o Poeisis, briah o yetzirah) evidentemente nada lo es. Por otra parte, cuando solo algunas cosas son mercancía, cada entidad discreta se vuelve un ídolo pagano o un fetiche. Si la gloria de Paula abarca el mundo entero, no puede ser destruida. Si nos divorciamos de ella, ella se viene con nosotros. Aquellos que le hicieron juicios hasta fundirla pensaron que la habían matado. Estaban equivocados. La evisceración de una empresa jamás puede equivalerse a la evisceración del mercado. Reportar su muerte le permite perseguirte hasta tus más hondas profundidades. Reconocer que todo es mercancía no necesariamente nos previene distinguir el horario laboral del tiempo libre. Al mismo tiempo, la realización de que todo es poético no necesariamente nos previene de distinguir entre la casa y la oficina. La paradoja te la debo, escribió Martín.
“¿Es esto un buen negocio o no?” podrían haber preguntado sobre su primer libro o sobre cualquier cosa. Generalmente se trataba del negocio evaluado como posibilidad de producir ganancia. Leída de otra forma, menos frecuente, la pregunta presupone que los márgenes serán extraordinarios y lo que se cuestiona es la entereza moral de publicarlo a pesar de que fuese una persona horrible o bien de la entereza moral de despellejar focas bebés luego de derretir el ártico. ¿Fue Neruda peor escritor por dividir Isla Negra en Soviets y pegarle a la mujer? No. ¿Cómo una editorial bondadosa permite a Neruda? Una editorial no tiene jurisdicción ni sobre la poesía ni sobre la tecnología.
Ya sabemos como Paula se hizo editora. Vio el negocio y entró. ¿Pero como fue que Martín aceptó ser poeta? Memes. Pero el mundo moderno es un mundo de memes rotos. Como poeta vio que su obra real no eran los poemas particulares si no la colaboración a una línea dinástica intergeneracional y colaborativa. Lo que Paula (y cualquier economista) entendería por soviético-nobiliario. El enemigo.
Una de las publicidades de quince segundos de Paula Ediciones mostraba a un lector dándose cuenta de los beneficios de leer poesía diciendo “No tenía idea de que fuese tan fácil leer poesía”. Una vez que el concepto es alcanzado, caen globos del cielo para ayudar a los lectores a celebrar su nuevo conocimiento (gnosis, en griego)
La otra publicidad muestra a una lectora aprendiendo sobre el lugar de Martin en un largo y complicado linaje poético y lo que puede ganar en la lectura conociendo sus detalles diciendo “No tenía idea que aprender sobre un tema produjera que lo apreciase más”. Y apenas el concepto es adquirido, entran unas porristas para ayudar a la lectora a celebrar su nuevo conocimiento de la técnica poética (techné, en griego).