Notas para «Heidegger!», el Musical

— That’s fag for fig, metinkus, confessed, mhos for mhos, those who, would it not be for

that dielectrick, were upon the point of obsoletion, and at the brink of from the pil ary of

the Nilsens and from the statutes of the Kongbul ies and from the mil estones of

Ovlergroamlius libitate nos, Domnial!

I.

Hay una diferencia entre el lenguaje que oculta el hecho de ser lenguaje y el lenguaje que revela el hecho de ser lenguaje. Ocultarlo reduce cualquier sentido a “información”. Lo único que logra arrojar más y más Datos Niembro en la cabeza de la gente como si fuesen Daseins en el mundo es subir los costos de procesar esa información hasta conseguir un relato coherente de veinte palabras o menos. Tener más datos sobre los entes no equivale a conocerlos mejor, equivale a tener más datos para procesar. La mayor parte de esa información es irrelevante para lo que el elector quiere que es elegir el mejor candidato posible. El mejor ente, me meant. Si el esfuerzo es demasiado, es mejor la acción directa. No elijo a nadie, y en lugar de usar mi tiempo y esfuerzo siguiendo la política y mirando debates uso mi tiempo gobernando y listo. Pero no puedo, Internet está lleno de entes. Te podés bajar Ser y Tiempo gratis de una página rusa de libros. Podés incluso leerlo. Pero podes tratar de procesarlo como información, como un conjunto de datos, o redimirlo en forma de experiencia. Repetir que el Dasein está arrojado en el mundo y parecer un capo puede ser una forma de pornografía. Susan Sontag define pornografía no como una obra de arte que tiene que ver con lo erótico o lo sexual sino como obras que representan la idea de que los actos o pensamientos lujuriosos o lascivos o filosóficos son inherentemente inmorales. No que la pornografía sea inmoral, sino que de alguna manera encarna o reflexiona o reacciona contra la idea de que hay algo en la sexualidad o en el pensamiento que es inmoral. Los escritos del Marques de Sade están lleno de monólogos sobre el vicio en la condición humana. Pero Heidegger solo es pornografía si pensás que hay algo «que está mal» en el pensamiento heideggeriano. Si no hay algo en la obra que implique que el acto representado es transgresor o prohibido o vicioso, no es pornografizado.

En “Construyendo, habitando, pensando” dice Heidegger que sólo porque tengamos casas no significa que sepamos cómo habitar. Saber dónde está la fiesta no es lo mismo que bailar. Dice Nietzsche que La Fiesta incluye: orgullo, insolencia, desenfreno; el escarnio de todo tipo de seriedad y bonhomía; un divino decir sí a sí mismo desde una plenitud y perfección animal,… estados todos a los que al cristiano no le está permitido decir sí honestamente. La fiesta es paganismo par excellence» (La voluntad de poder, n. 916). Con razón no te invitaron. La información en bruto no es “poder”, no es “libertad” y no es una herramienta para el cambio personal o social. Nietzsche dice que el entendimiento corta la acción, y que los hombres de acción parecen tener una intuición acerca de eludir los peligros de demasiada comprensión. Es una defensa contra la impotencia. No una defensa contra volverse impotente, si no una forma de vivir con la impotencia. Dasein en modo inauténtico. Cuando el lenguaje oculta el hecho de ser lenguaje, el hablante (generalizado como texto) es transformado en entradas a una caja negra, cuyo funcionamiento interno es desconocido, y el oyente (generalizado como lector) termina siendo los resultados que emite. Mientras que la revelación del hecho de que el lenguaje lo es permite que el sentido se mantenga abierto (que se abra la caja), transformando al texto y al lector en participantes de un evento de construcción de sentido. Una experiencia. En la analogía de más arriba, la diferencia entre la pornografía y la sexualidad.

Para Heidegger, una traducción es el resultado y rejunte final de una serie de interpretaciones. La traducción nunca es el simple intercambio de un lenguaje extranjero por la lengua materna, y más bien resulta de ser trasladado con el poder original del lenguaje propio hacia la realidad manifiesta en el otro lenguaje. Heidegger habla, por ejemplo, de que hay un Dasein Griego, entonces ese Dasein es el ente que vive dentro del modelo griego del mundo, expresado mediante el lenguaje griego y las formas en las que corta y delimita la realidad. Acá termina el soma (σώμα) y empieza la psyche (ψυχή). Fenómeno. Y para entender un pronunciamiento de uno de esos griegos, digamos, un fragmento de Anaximandro, para ver cómo era el Dasein que dio origen al pensamiento occidental, hay que hacer cincuenta y siete páginas de interpretaciones, primero palabra por palabra y luego, rejunte. Si yo uso la palabra “hermenéutica”, no es solo una manera neutral de referirse a la interpretación de textos. De la wiki, ἑρμηνευτικὴ τέχνη [hermeneutiké tekhne], ‘arte de interpretar y, asimismo, explicar o traducir’. Estoy citando una forma de ser en el mundo donde esa interpretación se hace con tanta frecuencia o donde tiene tanta importancia que tienen una palabra para eso. No es que el lenguaje distorsione la realidad, es que implica un entendimiento de la realidad. Cortázar decía que el idioma es creado por poetas anónimos (1), que están tan afinados con una cosmovisión común que pueden condensar elementos de ella en pequeños sonidos discretos que otros entienden. Lo que le faltó aclarar es que esos poetas anónimos son todos chicos menores de doce años, que son los que inventan el lenguaje. Para escapar de la tiranía de la infancia, Heidegger lo que hace es recurrir a etimologías creativas, que no necesariamente tienen que ver con el desarrollo y uso histórico del término hermeneutizado, pero que revelan lo que el término oculta.

Por ejemplo yo puedo leer “Hermenéutica” y como el griego es re loco, que me suene parecido a la Argonáutica y pensar que tiene que ver con alguna navegación que hizo el dios Hermes. O la manera en la que se mueve. Hermes siendo el mensajero de los dioses tiene que ser el más rápido de todos, y en los mitos griegos aparece Zeus y lo manda a llevar un mensaje y él agarra sus sandalias aladas y corre a las chapas por los valles y las montañas y los ríos hasta llegar con el héroe y decirle que es el elegido. Y sin embargo esa velocidad es mucho menos impresionante cuando se la compara con la de, por ejemplo, Afrodita, que puede literalmente teletransportarse a donde quiere ir como si fuese un personaje de las últimas temporadas de Game of Thrones. Mientras que Hermes tiene que ir corriendo como un gil. Entonces está la forma de Afrodita de llegar a los héroes, que como el amor que ella representa es inmediato pero también impulsivo, caprichoso, acrítico and so on. Y después está la forma de Hermes, que es atravesar tortuosamente valles y montañas y ríos, más difícil pero también más cercano al mundo mortal, y quizás la única forma en la que puede entregarse a uno de esos mortales un mensaje que viene de Zeus.

Por un lado, esa interpretación es fruta. La etimología de que Hermenéutica viene de la navegación de Hermes está mal. No viene un carajo de ahí. Por el otro, produce un sentido que me permite interpretar la palabra de una manera que me conviene para explicar el procedimiento de Heidegger(2). Si tuviera otro fin, en vez de Afrodita podría haber usado a Atenea, que a veces se teletransporta también, y como ella es la diosa de la sabiduría y la victoria entonces la forma más sabia y exitosa de comunicar un mensaje también es la más inmediata. Y cualquier otra cosa más lenta es para los giles que van a perder.

El punto es que estas interpretaciones dicen más de mí y de lo que quiero decir que de la palabra “Hermenéutica”, que no le importa a nadie. El lenguaje de Heidegger (Dasein! Sein-zum-Tode! Lichtung!) es duro para los que empiezan a leerlo sin hablar alemán, pero también lo es para los hablantes nativos, porque básicamente está inventando una nueva forma de expresar lo que quiere decir, como si fuese un chico menor de doce años. Híbrida palabras para apuntar de côté ulala hacia ideas nuevas. Para filosofar, para revelar, hay que ser un poeta, haciendo que el lenguaje parezca nuevo.

Tratar de traducir ese fragmento random del Finnegan ‘s Wake que puse arriba de todo es, en términos técnicos, jodido. Las palabras que lo componen son mezclas de palabras, pero en realidad todas las palabras son mezclas de otras palabras, asociaciones metafóricas manifiestas u olvidadas, asociaciones sonoras, partes por el todo, todos por la parte, declaraciones de pertenencia o de desapego. Pero las del Finnegan’s Wake no son solo eso, sino que también son fragmentos de idiomas distintos, hibridando palabras, pero también hibridando Daseins. Varias formas distintas de ser en el mundo dentro de la misma palabra. Al leerlo no te deja olvidarte que estás interpretando. Guitarreando.

II.

Está el modelo político del mundo, el mundo como mecanismo de relojería, el mundo como representación dramática, el mundo como organismo, el mundo como FUEGO Y CAOS. De esto de los modelos del mundo, Heidegger dice en “La Era de la Imagen del Mundo” que la pregunta decisiva para los seres humanos modernos no es “¿Qué Imagen del Mundo es la que va?” si no si es posible concebir el mundo como otra cosa que algo que puede ser pictóricamente representado. Otra estructura ontológica. Esa imagen pictórica aparece a partir de Kant, cuando nuestra percepción se entiende como mediada por los sentidos. Entonces, como la conciencia no tiene una experiencia directa del mundo, lo único que puede hacer con él es representarselo pictóricamente. En la producción de esa imagen, dice Heidegger, los hombres luchan por la posición en la que puedan ser ese Ser que dibuja las líneas y las guías de todo lo que es, y ese es el evento fundamental de la modernidad.

Lo que hace un modelo del mundo es imponer categorías y símbolos. En la cosmogonía hindú, el mundo aparece cuando Brahma se olvida que es Brahma y cree que es una piedra, un pájaro o un filósofo que piensa en el Ser. El sentido se calcifica cuando las palabras se olvidan que son palabras y las categorías se olvidan que son modelos y los humanos se olvidan que son Dasein. El trabajo entonces de la filosofía es proteger el poder de las palabras elementales en las que el Dasein se expresa de ser achatado por el entendimiento-gilada al punto de ser inteligibles, que es cuando las palabras empiezan a funcionar como la fuente de problemas ilusorios. Es que las categorías y los símbolos producen una sensación de certeza, y muchas veces enmascaran la ignorancia cabal sobre cualquier cosa. Confiar en la explicación verbal de la teoría de la relatividad no es entender las ecuaciones que efectivamente conforman la teoría de la relatividad y la teoría de la relatividad no es la realidad. Al mismo tiempo que revelan, estos modelos ocultan su condición de ser una representación necesariamente pobre o limitada de lo que están tratando de modelar. La cosa en sí que es inaccesible. Es muy difícil ver en las palabras cuando los conceptos que hay detrás son elementales, mucho más que en una imagen visual. Uno puede recurrir a expresiones que escuchó o leyó en algún lado, y las repite sin investigarlas demasiado. Volá esas palabras a la mierda y fijate cuanto queda del argumento. El problema no es que esté mal expresado, el problema es que replica una categoría sin potencial creativo. La mejor manera de ocultar al verdadero culpable es cerrar el caso con un inocente y la mejor manera de ocultar el verdadero sentido es cerrar la lectura con un sentido genérico. Gran momento para el obligatorio Heidegger era Nazi, Perón era militar y Batman era millonario. Pornografía.

Uno de los temas de Heidegger es que la revelación y el ocultamiento van juntos, entonces la revelación de X esconde Y. El significado primario de la verdad no es el hecho científico, la correctitud lógica, la utilidad práctica o la certeza metafísica, si no un ida y vuelta temporal e histórico entre lo oculto y lo revelado. En la mitología nórdica el reino de los muertos es Hel, palabra que deriva de Hylja, que significa ocultar o tapar, nombrado así porque el reino de los muertos está más allá de nuestra vista pero que también puede significar lo opuesto. Que el mundo de los vivos se esconde del de los muertos. Lo óntico oculta lo ontológico y lo ontológico oculta lo óntico. Ontológico es la existencia, y lo óntico la esencia. El proyecto del existencialismo, una de las setecientas corrientes filosóficas que surgen a partir de Heidegger, es que la existencia precede a la esencia. Se es en el mundo antes de que esté definido que es exactamente eso que es. El proyecto de Heidegger no es revelar todo lo que está oculto ni ocultar todo lo que está revelado. Es mantener la tensión y mantener abierta la contradicción. Un pasaje de dos vías entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, aunque en realidad sean parte del mismo sistema. A partir de una contradicción se puede probar lógicamente cualquier cosa, y por eso Heidegger influyó en tantas corrientes. No porque se le haya ocurrido una idea brillante u otra idea brillante, si no porque viene con una especie de método para generar ideas brillantes. El pensamiento de Heidegger no es un conjunto de proposiciones a ser evaluadas, si no una serie de caminos de cuestionamiento abiertos para que otros recorran después. Entonces las corrientes que salen de él varían salvajemente en su materia filosófica, en su enfoque y en su ética y su política, pero en su relación con Heidegger siempre tratan de resolver sus contradicciones, desatar sus paradojas y producir una teoría más clara y coherente. Optimizar para un fin y no para otro, y el problema con esto es que para conseguirlo hay que achicar la presencia de lo que verdaderamente le da fuerza a Heidegger, que es la pregunta por el Ser.

III.

Heidegger arranca Ser y Tiempo diciendo que todos hablan del Ser, pero nadie experimenta el sentido del Ser como una pregunta. Nadie queda perplejo frente al Ser. El Ser sería:

a) universal y por lo tanto vacío de sentido 

b) inefable, misterioso y por lo tanto abstracto, un no-problema

o

c) una parte obvia y evidente de la vida y el lenguaje que es tan obvio que no requeriría más preguntas, señor Juez.

El Dasein, el ser que experimenta el mundo de una manera particular, es un título para la estructura ontológica del ser humano óntico. No es una estructura fija y no es El Ser. El Dasein cae de cabeza al Ser y entonces todo su entendimiento es una respuesta a esa condición original que no eligió y hacia la que no puede razonar. La razón es, en el mejor de los casos, un intento de recuperar y clarificar y reorientar aquello que nos precede. El Dasein siempre está ya delante de sí mismo en su Ser. El Ser es como un blob que le va creciendo atrás y devorándolo todo a su paso. Nótese que mientras te preguntas por el Ser no podes actuar, porque estás muy ocupado preguntándote por el Ser. Lo que decía Nietzsche de la impotencia. La manera de actuar es contentarse con una respuesta a la pregunta por el Ser o no preguntarte nunca por el Ser. Dejar que te coma. Relevante porque el Ser es inseparable de la comprensión del Ser (que se desarrolla en el tiempo as opposed to “en el espacio”). Ser ya es apelar a la subjetividad, al ego. Para Heidegger la libertad viene de obedecer al Ser. No hay un hombre que tenga libertad, hay libertad que posee hombres. Levinas argumenta que esto presupone la primacía de lo que el Dasein entienda como perteneciente a Sí Mismo por sobre el Otro. No es una relación con el Otro como tal, si no una reducción del Otro a lo Mismo. Mantenerse cara a cara con el Otro es su definición de libertad. Conceptualizar al otro es suprimirlo y por lo tanto partir de la Ontología crea una filosofía de poder. Levinas es, entonces, crítico de Heidegger en el plano ético. Para él, la metafísica precede a la ontología como la crítica al dogmatismo, y la filosofía occidental frecuentemente ha sido una ontología. La reducción del Otro mediante la interposición de un término mediador y neutral que asegura la comprensión de su Ser (aka: nombrar cosas, imponer categorías). Socrates enseñaba a recibir nada del otro salvo lo que ya estaba en mi, como si ya lo hubiese tenido a lo largo de toda la eternidad. Recibir nada es, en ese caso, ser libre. Esa libertad no es el ejercicio de la espontaneidad caprichosa, si no la permanencia de uno mismo, que para Sócrates era la razón. Cognición como el desarrollo de la identidad, insuficiente para Heidegger. 

En Kant, la forma más alta de dignidad es la autonomía. Lo que Heidegger cuestiona es este ideal Iluminista, “¿Podemos ser, o anhelar ser, autónomos?” El liberalismo clásico presume el concepto del yo soberano, que tiene que ser justamente libre. Levinas define ética como el cuestionamiento de la espontaneidad en presencia del Otro y la ética nos recuerda que el entendimiento que tenemos de nuestra condición no es suficiente. Más bien, nos obliga a aplicar este entendimiento en el mundo y a tomar decisiones difíciles atadas a un tiempo y a un contexto específico sobre cómo responder apropiadamente a la situación. Pero Heidegger sólo toca la ética con un palo en cuanto a la preservación de la libertad que es el poder seguir al Ser. “Dónde hay peligro, allí crece también un poder salvador” dice Hölderlin. 

Ahora, ¿Igualar la libertad con el poder lleva inevitablemente a una política de sangre y suelo, de nativismo(3)? Es decir, ¿Heidegger solo es el Nazi o la filosofía también es Nazi? Para Heidegger, la atomización de la filosofía en subdisciplinas como la lógica, la ética o la física es el resultado de un quiebre enfermizo en el pensamiento. La pregunta más urgente no es “¿Qué significa portarse bien?” si no “¿Cómo podemos encarar preguntas lógicas, éticas o físicas como existenciales?” o “¿Cómo podemos habitar un mundo donde la existencia, por encima del pensamiento calculador, estratégico, u orientado a algún objetivo particular, sea legítima?”

La respuesta para Heidegger es analizar al ser humano en términos de Dasein y no de acuerdo a disciplinas ónticas como la antropología, la teología, la física, la ley o la ética. “Un desbalance entre la cantidad de materia oscura y materia bariónica al inicio del universo que produjo un sobrante de materia bariónica que llamamos hogar” no es una respuesta satisfactoria a la pregunta por el Ser: “¿Por qué hay algo y no más bien, nada?” Bancame a ver si puedo atajar neutrinos.

En lugar de preguntarse si una acción es ética o no, esta forma de encarar la pregunta por el Ser lo que hace es enfrentar a las tradiciones dominantes en el pensamiento metafísico, que tratan la acción ética como una forma de alcanzar algún resultado, pero son incapaces de dar voz a las tensiones que constituyen nuestra capacidad de hacernos la otra posible pregunta por el Ser: “¿Y a mí que me importa?”

Solo si hacemos equivaler Dasein con el ego es que nos imaginamos que una ética de autenticidad necesariamente da origen a una ética Nazi del egoísmo. Si la identidad es un mosaico o si es fluida, en construcción permanente, como el Dasein que está todo el tiempo preguntandose por el Ser, esto no pasa. De hecho, esa equivalencia entre Dasein y ego es precisamente lo que caracteriza al Dasein en modo inauténtico. Ser inauténtico es creerse demasiado un mundo fijo, un rol en ese mundo como Mozo de Café o Filósofo Rey. 

El equivalente hindú del Dasein es el Darshan, que es “visión” o “punto de vista” pero también la experiencia mística de estar en una reunión muy grande, con mucha gente, en el momento que sacan a un dios de un templo y lo pasean por la calle, y en particular en momento en que contemplás al dios y el dios te contempla a vos, y que te comparta su punto de vista divino. Todas ideas en las antípodas en el espectro de la idea occidental de valores conscientes y racionales, pero sospechosamente similares a este relato de 1922 de Kurt Lüdecke:

En ese momento, mi facultad crítica fue totalmente barrida. Asomándose desde la tribuna como si estuviese tratando de impulsar su yo interior hacia la conciencia de todos estos miles, estaba poseyendo a las masas, y a mí con ellas, bajo un hechizo hipnótico por la pura fuerza de su convicción… Su apelación a la masculinidad alemana. Era como un llamado a las armas, el evangelio que predicaba una verdad sagrada. Parecía otro Lutero… Experimenté una exaltación que solo podía compararse con una conversión religiosa… Me había encontrado a mí mismo, a mi líder y a mi causa… Le había dado mi alma.

…A Hitler. Es Hitler. Está contando de un discurso de Hitler.

IV.

Heidegger es Nazi, pero no es un supremacista biológico. Es un supremacista cultural. Los alemanes son los más capos no por su ADN, si no por su lenguaje. La potencialidad de una tradición es la que la hace grande, no lo que sea contingentemente ahora. De hecho, llega a decir que la filosofía solo se puede hacer en Alemán. Quizas en griego si “sos medio puto” (citation needed). Esto es presumiblemente porque son lenguajes en los que es más fácil preguntarse por el Ser. En ese sentido Heidegger es rarísimo porque desde la derecha cultural y política consiguió tener una influencia enorme en la izquierda cultural y política. Desde el antisemitismo en el pensamiento judío. Trasciende el partisanismo en parte porque resalta que el pensamiento y la filosofía no son reductibles totalmente a la política.

Hay dos grandes líneas críticas al respecto. La primera es que Heidegger es demasiado postmoderno, demasiado relativista y por lo tanto un nihilista. Los críticos de la postmodernidad dicen que la postmodernidad critica cualquier cosa, excepto a sí misma. Criticar cualquier cosa excepto a uno mismo es la definición de romanticismo. Por lo tanto, Heidegger es el último romántico. Por eso la otra línea crítica es que Heidegger no es lo suficientemente postmoderno. Es un romántico, y en particular un romántico en el bad end del romanticismo, que es el facismo.

Las dos líneas críticas son la misma crítica que es la de que Heidegger existe entre la tensión de ser al mismo tiempo el último metafísico y el primer postmoderno. No es reductible a una tesis porque está más interesado en las connotaciones que en las denotaciones. No es el bosque, como Platón, ni los árboles, como Aristóteles. Heidegger está en la tensión entre los árboles y el bosque. Es una ardilla que se volvió gigante. 

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Heidegger es nostálgico. Mucha gente no lo quiere (o desconfía de él) porque hay una parte de su filosofía que parece evocar una era dorada, que para cualquiera que esté prestando atención es código para Todo-Lo-Facho-Del-Mundo-Que-Vuelvan-Los-Milicos. Lo que no le gusta de la modernidad es la cultura superficial de masas, la tecnolatría, la degradación ambiental, la pérdida de culturas locales, el achatamiento de cualquier diferencia en un consumerismo blando de marcas, algoritmos, currículums, especialización, etc. Pero mientras que la crítica marxista de la cultura de masas se centra en la explotación, la alienación y la injusticia, a Heidegger sólo le importa la alienación. Pero no en el sentido económico de la palabra, si no en el sentido de “olvido ontológico”, en la inhabilidad de reconocernos como radicalmente libres porque estamos paralizados por distintas formas de ansiedad patológica y cosificación mutua. 

Y a diferencia de a muchos otros fachos, los capitalistas no quieren a Heiddeger porque el éxito material y el crecimiento económico lo dejan indiferente. Los científicos no lo quieren porque el estudio de los entes le parece que se mete en el camino de la pregunta por el Ser. En su faceta nostálgica dice que en la antigüedad las regiones individuales de los entes no estaban separadas todavía. Las delimitaciones aparecieron más que nada en conexión con la aparición de las ciencias y tuvieron el efecto de distorsionar y enturbiar la visión original y comprehensiva de los entes como Totalidad. Heidegger estaba al día con la matemática y la ciencia disponible en su época. Su educación incluyó todo eso, solo que no le movían el piso como se lo podía mover un verso de Holderlin.

Su mensaje central para los nardos everywhere es: ¿Por qué te importa? ¿Por qué te estás preguntando esto ahora? ¿Qué te estás jugando? ¿Cómo te hace sentir esa línea de pensamiento? ¿Qué tiene que enseñarte tu actitud nerd sobre la vida que querés vivir?

Hacer un texto como este o cualquier actividad creativa no es solamente un medio de alcanzar ciertos resultados, es una producción enraizada en una mucho más básica y eliminable preocupación por Ser. Eso está en “Construyendo, habitando, pensando.”

(1) «Creado por poetas» es como bailado por bailarines, porque poeta y poesía vienen del griego poiesis (ποίησις) que es la actividad de crear o darle forma a algo. Re vivo este Cortázar. En hebreo hay dos palabras para Creación: briah y yetzirah, siendo la primera creación a partir de la jodida nada (ex nihilo) y la segunda la creación de algo a partir de otra cosa.

(2) Harold Bloom llama a este procedimiento Clinamen, o “mala lectura” poética. La palabra es del poeta latino Lucrecio, donde significa “el viraje de los átomos que hace posible el cambio en el Universo”. El artista se aparta del camino de sus precursores, interpretando la intención de aquella obra y actuando en relación a ella. Esto se manifiesta en un movimiento correctivo de su propia obra, que implica que la obra del precursor avanzó acertadamente hasta cierto punto, pero debería de haber virado, precisamente en la dirección que la nueva obra se mueve.

(3) Siempre que escuches “¡Viva la Libertad!” traducilo por “¡Viva el Poder!”

1 comentario en «Notas para «Heidegger!», el Musical»

  1. Literalmente dejé de trabajar para tomarme un momento de relax y leer el nuevo post de Stackdamage sabiendo que no iba a ser ni relajante ni un momento, sino más bien media hora.
    Creo que esto es lo segundo que leo de Heidegger después del «Heidegger para Principiantes» (venga el bullying, me lo merezco) y me resulta casi no imposible de entender. Me gusta mucho en el texto hayan aportes de otros filósofos y de la filosofía hindú, siento que enriquece bastante el análisis.

    Es curioso que no hayas hablado sobre la cuestión de la diferenciación de los verbos «ser» y «estar» que no existe en alemán. El «Dasein» puede ser «ahí-ser» o «ahí-estar». Supongo que del contexto los traductores, que claramente saben más que yo de lingüística, se hayan puesto de acuerdo en que Heidegger quería decir «ser» más que «estar». But what if…?

    Hay momentos en los que me flashea un poco la pregunta «¿Qué soy?» y creo que ya me la hice suficientes veces como para convencerme de que con palabras no lo voy a poder responder satisfactoriamente. Pero después viene un texto como este y como que me agarra la duda.

    En fin, gracias por el texto, +10 a favoritos.

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