
Lo voy a decir ahora que estoy sobrio: Mary Poppins Vuelve Como Batman es la película más peronista que salió desde Pacific Rim, lo cual definitivamente no es lo que esperaba. El pibe de la uno creció para ser un gil con bigote y la piba para ser una militante de la Cámpora que militando por acá y militando por allá se enamora de un muchacho de la JP Evita. Los compañeros tienen una canción muy rara donde se presentan como lo que tenés que buscar cuando te perdés en la niebla del neoliberalismo. La otra que cantan se parece sospechosamente al Magic Dance de Laberinto.
Ahora van a hacer una biopic de Bowie, condenada a ser un desastre debido al curioso factor de carecer completamente de canciones de Bowie. Es como si la película de Mary Poppins no tuviera ingleses. Ni a Bowie. Con razón la defenestró Duncan Jones, el Heredero de Isildur. Lo que sí tiene Mary Poppins es una Meryl Streep, la única persona viva capaz de interpretar al Omega White Duke Of Steel y hacerle justicia. Cruzo los deditos. Meryl Streep aparece en una rotonda narrativa haciendo de una rusa que está del tomate, pero tiene el poder para arreglarlo todo, incluyendo las elecciones. En ese orden de cosas, la película ya debe estar para bajar en los torrents soviéticos.
Más allá del peronismo y la propaganda rusa, la trama no le importa a nadie, ni al guionista, que al momento de tenerla resuelta por medios naturales le tira un deus-ex machina por la cabeza porque decidió que era temáticamente relevante. Lo más fantasioso no es eso, ni los delfines en las bañaderas ni las locas carreras por bosques oscuros en jarrones hermosamente animados: es que hay un abogado corporativo que en el fondo ES BUENO. Es como cuando Duhalde dijo que iba a entregarle la pampa libre de indios a Yrigoyen en dos años. NUNCA PASÓ.
Nominalmente, la película es sobre los chicos que se vuelven adultos prematuros ante la tragedia y la crisis hipotecaria del 2008: la función de los bancos es tirarle préstamos solamente a gente que no puede pagarlos, lo cual ya habíamos escuchado en algún lado. En Mary Poppins esto no es algo inscripto en la estructura del sistema, sino una decisión moral del banquero. Si hubiera un banquero bueno como Dick Van Dyke esto de la crisis no pasaba. Definitivamente no es un problema con los buracos gigantes que tiene la teórica económica. El único castigo que sufre el banquero malo es que su globo mágico no lo sube al cielo como a los negros, los putos y los perritos peronistas. Aquello me decepcionó profundamente porque si hubiesen tenido huevos esta película terminaba con lo que venían sugiriendo: la revolución obrera masiva y sangrienta y la destrucción total del sistema financiero capitalista.
Lo que sí hace la niñera más falopa del mundo es entrenar a los chicos para que crezcan asumiendo que siempre los están vigilando, nada es lo que parece y todo el mundo sabe quienes son. No necesariamente en un sentido Orwelliano, como algo malo que hace el gobierno (que está ausente), sino como algo intrínseco al mundo post-internet, como Darkseid. Hay advertencias sobre la pedofilia, pero no estoy seguro si a favor o en contra. Ojalá las canciones hubiesen sido lo suficientemente memorables como para que me de cuenta.